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Liderazgo e innovación: ¿cómo se relacionan?

9 junio, 2021

La innovación va de la mano con el liderazgo. En esta nota te contamos qué es y cuál es el vínculo que une estos dos conceptos y cómo se relacionan.

liderazgo e innovación

En este blog hemos hablado muchas veces sobre liderazgo, y siempre que lo hacemos aparece un concepto que inevitablemente se relaciona. Nos referimos a la idea de innovación. 

¿Qué es la innovación?

La innovación sugiere una ruptura del status quo. Apunta a abrir posibilidades para el desarrollo de capacidades, habilidades, sensibilidades y a conseguir vías para la acción.

La innovación nos hace pensar en algo nuevo que pueda sostenerse y repetirse en el tiempo y que, además, contenga un valor agregado para la comunidad. Es decir, sostiene un valor práctico, brindando al mundo herramientas, productos o procesos nuevos, que no fueron posibles lograr en otro momento. 

¿Cuál es el vínculo entre liderazgo e innovación?

Liderazgo e innovación están íntimamente ligados. Como ya hemos manifestado en notas anteriores, el cambio sucede todo el tiempo, seamos conscientes o no de ello. Y la forma en que nos relacionemos con las circunstancias, es decir, si nos abrimos o cerramos a la innovación, definirá el tipo de líder (y persona) que somos.

Si nos oponemos a las circunstancias, nos resistimos al cambio.

Toda resistencia es contra-innovadora y frustra la intención de generar cambios. En este caso, el liderazgo muestra una oposición a las circunstancias y, en gran parte, probará falta de efectividad. 

Si nos adaptamos a las circunstancias, el cambio es contra-innovador.

Adaptarse es positivo frente a la resistencia, ya que la energía se redirecciona para solucionar el problema, generando herramientas o estrategias para lograr una adaptación más efectiva. En este contexto, los líderes actúan como facilitadores, mostrando lo que puede  o no hacerse, argumentando las limitaciones y fomentando estrategias de ‘’dar vueltas a pesar de’’.  

Si respondemos a las circunstancias, nos hacemos responsables.

Cuando respondemos comenzamos a innovar, somos dueños de las circunstancias. Responder implica reconocer que de acuerdo a nuestra interpretación tenemos el poder y la elección de las acciones y no estamos limitados por los otros. En este caso, los líderes son más receptivos y organizan sus acciones sobre la base de los resultados prometidos o los propósitos para los cuales trabaja.

Si elegimos, escogemos las circunstancias y las aceptamos.

Implica escoger las circunstancias a las que respondemos y el reconocimiento de que las cosas son de la manera que son y también que deberían ser de la manera que son. En este estado abrazamos el cambio y las circunstancias. El estado de elegir se refiere a ‘’estar presente’’ como observadores diferentes y poder observar todo tipo de posibilidades que, de lo contrario, permanecerían tapadas por las circunstancias. Aquí la innovación es natural y no requiere de esfuerzos, y el liderazgo es un proceso creativo en aumento. 

Si traemos algo que existe, creamos las circunstancias.

Cualquier persona puede aprender a ser creativo cambiando la manera de relacionarse con las circunstancias (esto es el talento creativo). Los líderes en este caso son carismáticos y visionarios. Son vistos como dotados en su capacidad de seguir avanzando y creando posibilidades para la acción, más allá de las circunstancias. Para este líder la visión no es una gran meta, sino un poderoso fundamento del ser desde donde crear la realidad.

Si creamos el contexto para el cambio, estamos en frente de una maestría.

Crear implica, en este caso, la habilidad de inventar nuevos campos de investigación. Esto sucede en un nivel diferente y con una manera distinta de relacionarse con las circunstancias. Aquí el creador del contexto es el responsable de lo que percibe, de lo que responde y de la relación generativa con las circunstancias. Es la maestría en uno mismo, en lo que uno está siendo y en relación con el mundo. El liderazgo en este caso es bastante modesto y puede parecer tan natural que resulte casi intrascendente. Estos líderes están constantemente creando su experiencia. Son siempre principiantes, crean y aprenden todo el tiempo.

 

Es evidente que la innovación sucede en distintos niveles, según nuestra manera de relacionarnos con el mundo. La capacidad para innovar se relaciona con nuestros compromisos, inquietudes, metas y nuestra relación con las circunstancias. Los líderes e innovadores son aquellos que tienen inquietudes por algo y competencias para hacer posibles ‘’nuevas realidades’’.