Cuándo deben las empresas recurrir al coaching profesional
El coaching profesional genera un espacio de transformación que muchas compañías utilizan para alcanzar el máximo potencial de sus colaboradores.
El coaching profesional es una metodología orientada a trabajar con las personas para obtener resultados en sus vidas o en las organizaciones donde están inmersas, que no pudieron conseguir por sí mismos pero que están comprometidos a lograr.
En el proceso de coaching profesional se emplean herramientas conversacionales, diálogos mantenidos entre el coach, que opera como un “socio facilitador”, y el coachee, que es quien busca un resultado.
La intervención del coach profesional
Se ha demostrado que la intervención de un coach profesional en las empresas, ya sea en los equipos de trabajo o en un trabajo personal sobre los directores y ejecutivos de la misma, está transformándose rápidamente en una ventaja competitiva.
Hay ciertas inquietudes que se le presentan al individuo dentro de su ámbito laboral, que hacen que empiece el camino de búsqueda de un coach profesional. Algunas de las más comunes son:
- Necesidad de potenciar su rendimiento.
- Búsqueda de comprensión para aceptar un cambio.
- Intención de reducir el costo emocional que genera un momento de inestabilidad.
Cuándo recurrir al coaching profesional
Existen varias formas de detectar la necesidad de coaching profesional. Una posibilidad es que el mismo trabajador o su jefe directo lo soliciten. La otra manera es a través de herramientas como Feedback 360, Evaluación de Desempeño o Encuesta de Clima. A partir de los resultados de estas herramientas, el departamento de Recursos Humanos podrá solicitar las sesiones de coaching.
Por lo general, los trabajadores que reciben coaching lo piensan como un acompañamiento a su desarrollo profesional, un entrenamiento especial o un espacio para potenciar sus habilidades.
Teniendo en cuenta que el proceso de coaching es un espacio de transformación para el individuo, su cambio genera un efecto multiplicador en su entorno y en el resto de los niveles de la organización. Tal es así que muchas veces ocurre, por ejemplo, que un ejecutivo en su día a día no puede hacer frente a los distintos escenarios de cambio que se le presentan. En este caso el objetivo del coaching es reforzar el papel de líder y convertirlo en un referente para los otros.
¿Coach externo o interno?
Cuando el coach es externo, tiene la ventaja de aportar una mayor objetividad y de ver la realidad desde otro punto de vista. Además, al no ser miembro de la empresa, se preserva a la persona al no exponerla ante integrantes de la misma organización.
Hay quienes opinan que en términos de costo un coach-funcionario de la organización o coach interno es más eficiente. Sin embargo, hay que verificar si los coachees van a tener la confianza y podrán desarrollar el vínculo necesario con alguien que está relacionado con ellos en la actividad normal de la empresa, en otros roles.
Una tercer alternativa es aquélla en la que la organización contrata a un coach externo para hacer de coach interno. El coach tiene un contrato que lo compromete a invertir un buen espacio de su tiempo y de manera exclusiva en la empresa.
Este coach externo que se contrata como coach interno puede tener más objetividad y, a su vez, cierta distancia para conducir algunas situaciones hacia lo interno de la empresa. Asimismo, al tener dedicación exclusiva, puede entender rápidamente sobre la cultura, el clima y las relaciones de poder, que son características del contexto organizacional al cual deberían alinearse todos los procesos.
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